Me adhiero a la idea de que el Weltgeist ha dado a la época las órdenes de marcha. Éstas órdenes están siendo obedecidas. El Weltgeist, en su esencia, procede como una falange armada avanzando lenta e imperceptible, tal como el Sol atraviesa todo. Inumerables tropas ligeras lo atacan por todos los flancos, arrojándose en contra de su avance, aunque muchas son ignorantes de lo que está en juego y simplemente son decapitadas por una mano invisible.
Hegel, Carta a Niethammer, Julio 6 de 1816